Latirismo
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Fuente: Wikipedia, la enciclopedia libre:
El latirismo es una
intoxicación crónica producida por la acumulación de neurotoxinas -principalmente alcaloides- en el sistema nervioso.
Causas y Síntomas:
La intoxicación se debe al consumo frecuente de almortas (Lathyrus sativus) dado que estos vegetales
poseen alcaloides (inhibidores de la lisil oxidasa, enzima dependiente de cobre que
cataliza las reacciones de entrecruzamiento de la elastina y colágeno),
causantes de paraplejia
espástica con temblor y una disminución
de la resistencia a la tracción en el tejido conjuntivo, produciéndose deformaciones en la columna vertebral, luxación de
articulaciones, aneurismas aórticas y hemorragias articulares. A contrario de
lo que se piensa, el consumo de lupinus como el altramuz, no produce esta enfermedad
ya que no contiene el aminoácido neurotóxico que produce dicha enfermedad.
Etimología:
Localización espaciotemporal:
El latirismo fue frecuente en España durante la década de 1940 y aún es común en ciertos
países subdesarrollados, por ejemplo en algunas zonas de la India.
Similitudes:
Afección muy semejante al
latirismo es el fabismo o favismo, aunque ésta otra afección es
derivada del consumo excesivo de cierta variedad de haba.
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Fuente: BIOQUIMICA DE LOS ALIMENTOS DE MIGUEL CALVO
Introducción
El latirismo
está causado por sustancias tóxicas presentes en la almorta o guija, Lathyrus
sativus, y en otras leguminosas del mismo género, que son un “alimento de
supervivencia”, dado que es el que resiste las condiciones climáticas mas
extremas, en las que no sobreviven las otras plantas utilizadas normalmente
como alimento. Se cultiva con gran frecuencia en el subcontinente Indio, en
Etiopía y paises vecinos, y también en la cuenca mediterránea y en Sudamérica.
Es de aspecto relativamente parecido al garbanzo, pero de contorno cuadrado más
que redondeado.
Esta
leguminosa, conocida con los nombres de grass pea en inglés, guaya en Etiopía,
y khesari en la India, se utiliza habitualmente como alimento, también en
algunas regiones de España, especialmente en forma de gachas, pero sus efectos
tóxicos solamente aparecen cuando llega a representar una gran proporción de la
dieta (más del 30% del total) durante un periodo de varias semanas o meses.
Este efecto se conoce probablemente desde tiempo inmemorial, (Hipócrates indica
ya que algunas legumbres pueden producir parálisis si se consumen) y eso hace
que siempre se haya mirado a este alimento con cierta prevención, aunque en
situaciones extremas no les quede a las víctimas más opción que arriesgarse a
padecer sus efectos secundarios o morir directamente de hambre.
La
enfermedad que produce se conoce como latirismo, aunque realmente son dos
enfermedades distintas, producidas también por sustancias distintas, el
neurolatirismo, que afecta al sistema nervioso central, y el osteolatirismo, en
el que aparecen problemas en huesos y en tejido conectivo. El neurolatirismo,
que es él más grave y difundido, tiene como consecuencia la o paraplejia
espástica de las extremidades inferiores, que produce dificultades o casi
imposibilidad para caminar. En niños produce además retraso del crecimiento
El
neurolatirismo se produce con cierta frecuencia, de forma epidémica, en épocas
de escasez en Etiopía y en la India, apareciendo casos de forma ocasional en
otros países. El International Centre for Agricultural Research in the Dry Areas
(ICARDA), de Alepo, Siria, obtuvo en el año 2000 variedades de almorta sin
toxinas, que mantienen su productividad y resistencia, por lo que el problema
tenderá probablemente a disminuir según se difindan estas variedades.
Toxinas de la almorta
Los neurotóxicos
de la almorta son ácidos oxalildiaminopropiónicos. El principal es el ácido
L-3-oxalilamino-2-aminopropionico (conocido también como denchicina, ODAP o
BOAA), que mimetiza al glutamato y produce la muerte neuronal por
sobreestimulación.
Por su
parte, el ácido 2, 4 diaminobutírico actúa inhibiendo la ornitín
transcarbamilasa, alterando el ciclo de la urea y produciendo intoxicación por
amoniaco. Esta sustancia no es abundante en la almorta común, sino en otras
especies relacionadas, especialmente en Lathyrus silvestre
El 4-glutamil-3-aminopropionitrilo es la toxina responsable del osteolatirismo, ya que impide el establecimiento de enlaces cruzados en el colágeno. También se encuentra predominantemente en otros tipos de almorta. Además de la debilidad de huesos, cartílagos y músculos, produce también fragilidad de los capilares sanguíneos.
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